Poesía catalana contemporánea
| Peso | 190,00 g |
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Cuando para mí llegue la hora del descanso
quiero sólo por manto un cielo marinero;
quiero el dulce silencio de un vuelo de gaviota,
dibujando el contorno de una cala muy fina.
El olivo de plata, un ciprés más osado,
la rosa florecida cuando apunta la noche.
Una vela muy blanca por bandera de olvido,
que torne más ardiente y limpio el blanco muro.
Y saberme, en aquel blanco refugio, sólo
de la divina paz brizna de hierba.
“Testamento”, de Rosa Leveroni.
En la “Nota preliminar”, fechada a mano el 4 de agosto de 1950, Marià Manent habla de una selección (más que una antología) que por la riqueza de los temas y la diversidad de las formas aspira a dar idea de las principales tendencias de la poesía catalana posterior a Joan Maragall. A partir de ahí, veinticuatro poemas de varia extensión correspondientes a dieciséis poetas ordenados por fecha de nacimiento: Guerau de Liost, Josep Carner, Josep M.ª López-Picó, Josep Sebastià Pons, Jaume Agelet Garriga, Clementina Arderiu, Carles Riba, J. V. Foix, Josep M.ª de Sagarra, Joan Salvat-Papasseit, Tomás Garcés, Rosa Leveroni, Salvador Espriu, Bartomeu Rosselló-Pòrcel, Joan Vinyoli y Jordi Cots, que contaba entonces poco más de veinte años. De cada poeta se transcribe un solo poema, con las excepciones de Carner (cuatro poemas), Arderiu (dos), Riba (tres) y Rosselló-Pòrcel (tres), y el original catalán antecede siempre a las espléndidas “versiones métricas” del traductor castellano.
No es fácil establecer hoy por qué razón una antología como esta quedó en su día inédita.
