La imprenta de San Eloy
Peso | 165,00 g |
---|---|
Autor |
“La imprenta de San Eloy se encontraba situada en un caserón decimonónico. La parte noble del edificio la ocupaban un viejo coronel retirado y su hermana. Ciñéndonos al espacio de la imprenta, había un zaguán donde se almacenaban resmas de papel. A la izquierda una escalera que comunicaba con la pequeña parte del piso alto que nos correspondía y en donde Mumpao tenía el estudio y, a la vez, se clasificaban en un archivo los fotograbados. Bajando de nuevo al zaguán, nos encontrábamos una cristalera que lo separaba de lo que era la misma imprenta, en concreto el taller de máquinas.
Éste gozaba de una luz cenital absoluta, puesto que el techo era de cristal. Recuerdo que de lo primero que hizo mi padre fue montar unos toldos que graduaban la luz, evitando la apoteosis solar que hacía insoportable el estar allí. Como a la mediación de este espacio, una puerta a la izquierda comunicaba con las oficinas. Quien fuera a concertar un trabajo se encontraba necesariamente con el espectáculo del taller, las máquinas funcionando, casi siempre a todo gas. En la oficina, al fondo, estaba la mesa de mi padre. Antes de llegar a ella se encontraban otras dos mesas ocupadas por los empleados administrativos”.
La imprenta de San Eloy, Fernando Ortiz.