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Hoy, como cada lunes, volvemos a presentaros un ejemplo de librería que, por su labor, su oferta y sus criterios propios, constituye una excepción en el panorama nacional e internacional de las librerías literarias.

El homenaje de hoy es para la española Librería Gil de Santander, que en su cuarenta y cinco años de actividad, cumplidos el pasado año, se ha constituido como una referencia en el panorama cultural santanderino gracias a la pasión por los libros de su fundadora, Florentina Soto, quien con el apoyo de su marido, Ángel Gil, emprendió esta aventura allá por el año 1967 en un modesto local de la ciudad.
Desde el primer momento, Florentina tuvo muy clara su manera de entender la cultura, y el enfoque que quería darle como librería de fondo y negocio familiar.
Sus hijos, que se encargan actualmente de la gestión desde que Florentina se jubiló en 1994, saben que la peculiar forma de entender la vida, y la cultura, en definitiva el éxito de su madre, su acierto, fue apostar por los libros, y de hecho se resistió a tener revistas, y nunca quiso que su librería derivase en quiosco.
En la actualidad, la Librería Gil cuenta con tres establecimientos diferentes
cada uno de ellos gestionado por sendos hijos de Florentina, en los que manteniendo firmes los principios maternos, los hermanos Gil continuan ofreciendo una librería de fondo, con un interés concreto en la narrativa, el ensayo y la poesía, y haciendo especial hincapié en el apoyo a las editoriales pequeñas, las independientes y las alternativas, y a las hispanoamericanas, fundamentalmente argentinas, chilenas y mexicanas.
De las tres sedes de la Librería Gil, destacamos la más reciente, situada en los soportales de la plaza Pombo, que fuera antiguamente una garbancería, y en la que gracias a un muy cuidado proyecto de rehabilitación, obra del arquitecto Pedro Fernández Lastra, es posible apreciar una serie de elmentos originales del edificio, que han sido mantenidos, recuperados y elegantemente articulados según las exigencias de un establecimiento de este tipo con un resultado donde se mezcla de manera acertada lo antiguo y lo moderno.

Desde aquí, nuestros mejores deseos para la Librería Gil y para sus lectores.

Que tengáis buena lecturas…