El sermón de las cosas mudas
| Peso | 166 g |
|---|---|
| Autor |
Montaña sin más señas, sin apellido,
patria de polvo detenida.
No trae consigo una nueva ley
ni pretende abolir la antigua:
si tiene un sermón,
es un sermón mudo;
si tiene una prédica,
es una prédica sin testigos.
Podríamos escucharla, quizás,
si contáramos con siglos, si oyéramos
con paciencia insoportable, quietos
con la quietud de las casas vacías.
Entonces, tal vez, escucharíamos
algo así como:
bienaventurados los lentos de espíritu
o los que no tienen ninguno.
(«Mateo 5:1»)



