Qué quieres ser de muerto
| Peso | 142 g |
|---|---|
| Autor |
Los paraísos infantiles que se degradan, el apagamiento y el acabamiento de aquellos a quienes queremos, los matrimonios que dejan de serlo o los niños que desaparecen al crecer son los protagonistas del nuevo libro de Jesús Montiel, así como el cansancio, la decadencia y el desaliento. «Tenemos que despedirnos de todo, hasta de nuestra propia respiración», afirma. Y sin embargo, con esos materiales devastadores, con todo lo que se termina y se marcha para siempre, Montiel ha construido un libro luminoso, sin ingenuidad pero con esa extraña alegría que, tras adquirir distintas formas, se agazapa en todos sus títulos.
«Esto no es un libro», dijo Walt Whitman de sus Hojas de hierba: «Quien lo toca, toca a un hombre». Con la obra literaria de Montiel, vista en perspectiva, sucede lo mismo. Le hemos visto superar la enfermedad de un hijo, atravesar el tedio laboral, acompañar a sus abuelos y a su madre, compaginar biberones y lecturas, refugiarse en la meditación o en los retiros… Pero ahora es él mismo el que ha cambiado, el que asiste a su propio transcurrir con una sorpresa, un pesar o incluso un dolor que poco a poco van recostándose entre los almohadones de la aceptación y la sabiduría, no de la resignación sino de la consciencia.
De las ruinas o de las cenizas surge un nuevo canto, totalmente renovador. De la tristeza más íntima, pero también universal, Jesús Montiel ha sabido extraer su mejor libro hasta hoy.
JUAN MARQUÉS



