Por Carlos Javier Morales, Revista Clarín.
Para Rafael-José Díaz (Santa Cruz de Tenerife, 1971) resulta imposible vivir sin hacerse una imagen convincente del mundo, en su sentido más universal y totalizador. Pero tal imagen del mundo y del lugar que ocupa el yo en ese vasto entramado nunca se resuelve por la reflexión abstracta (lo cual es tarea más propia del filósofo que del poeta), ni por la reflexión a partir de experiencias sensibles y de imágenes luminosas, como ocurre en la gran tradición de la poesía meditativa, tan cultivada en la lírica española de las últimas décadas…
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