Tomás Segovia ha titulado su último libro de poesía, Fiel imagen (Editorial Pre-Textos), por la sencilla razón de que considera que el arte más realista es la poesía. “Nunca he escrito un poema que no se refiera a algo que me está pasando. No puedo hablar del verano si es invierno. Si estoy enamorado, hablo de amor; si me hacen sufrir, del sufrimiento”.
“No puedo inventarme un mundo imaginario. Decir que la poesía es algo abstracto, imaginario… son cursilerías”, dice. Por eso a Tomás Segovia nunca le tentó la llamada poesía política. “Me parece algo irreal”, dice. Y añade: “Escribir poesía política me parece una intromisión: sería meter mis ideas, mis manías, mis vicios, en la realidad. Yo dejo que la realidad me diga. Y nunca me dice nada político”. Fiel imagen, que ayer se presentó en Madrid, recoge poemas escritos entre 1991 y 1994.
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