Por Jorge de Arco, El Norte de Castilla, Madrid.

El pasado mes de noviembre, nos decía adiós Tomás Segovia. Nacido en Valencia en 1927, se exilió en Francia y Marruecos una vez conclusa la Guerra Civily, a partir de 1940, se afincó de manera definitiva en México, donde vivió hasta el final de sus días. «Yo no pertenezco ni a un país ni a otro, ni a ningúngrupo, generación, corriente literaria, ni nada parecido. Esto no lo he buscado, simplemente creo que así fue mi destino. Considero que soy un desarraigado.Me desarraigaron porque yo era un niño. De eso no culpo a nadie», había afirmado tiempo atrás.

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