Por Santos Domínguez, Encuentros de lecturas, Cáceres.

Ronda tiene mucho que ofrecerme, /…/ es el lugar justo para quedarme una temporada, escribía Rilke el 18 de diciembre de 1912 en una carta a su amiga Sidonie Nádherny.
El poeta había llegado a Ronda en diciembre de 1912 y se quedaría en el Hotel Reina Victoria hasta febrero de 1913. (…)
Había llegado a la ciudad casi por casualidad, después de la experiencia intensa en un Toledo atravesado por el recuerdo de El Greco, de pasar por el milagro de Córdoba y de tener una mala experiencia de Sevilla, extrañamente desagradable, como escribe en una de las cartas de este espléndido volumen que reúne los textos que escribió en Ronda y que publica Pre-Textos, en coedición con la Real Maestranza Caballería de Ronda, en su colección Textos y Pretextos.

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