Por David Hernández de la Fuente, La Razón.

Se puede decir que la humanidad ha podido avanzar de forma extraordinaria gracias a la combinación de las sensibilidades lingüísticas en fenómenos como la traducción, el bilingüismo y la interpretación. Como recuerda Steiner en «Después de Babel», la reflexión filosófica y pedagógica sobre el lenguaje, como transposición del pensamiento, tiene en la traducción un mecanismo cultural de primer orden para la transmisión de las ideas y las corrientes estéticas. Los grandes avances culturales han corrido parejos a lo largo de la historia con el cambio de una a otra lengua, como las traducciones de la Biblia al griego, eslavo o antiguo alemán, o la traducción de la ciencia y el pensamiento griego al árabe…

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