978 84 15297 78 91

15,00 

Autor/s: Tomás Segovia
Año: 2012
ISBN: 978-84-15297-78-9
Nº de edición: 
Encuadernación: Rústica
Formato: 22×14 cm
Páginas: 122
(Próximamente extracto y cubierta)

Rastreos y otros poemas

Peso 170,00 g
Autor

Qué me puede esperar allá
adelante
qué me puede esperar
allá donde no hay nada que esté esperando
nada
qué me puede esperar a mí el más
huérfano
el que nunca es llamado
que da pasos de intruso por un mundo
donde nunca vio nada que soñara ser suyo
qué iré a encontrar allá
sino lo nunca familiar
lo que no acepta el nombre si yo le doy un
nombre
lo que niega las reglas de mi juego si juego
y si respiro seriedad se mofa
qué esfuerzo o qué locura ésta
de no querer echarme atrás
no querer dar un paso más
una mirada más una buena fe más
qué peligrosa convicción seguir creyendo
que yo el borrado yo el más huérfano
nunca tendré derecho a dar la espalda
que es el mundo el que un día
tendrá por fin que dar la cara.

“Intruso”.

Para Tomás Segovia el modo de confirmarse en su ser fue, de manera indiscutible, escribir poesía y saberse en el tiempo y no por ello claudicar del compromiso asumido con lo vivo. Escribir poesía fue la razón de su vida, pero sin haber pretendido jamás sustituir vida por poesía. Los grandes poetas no tratan de ofrecernos respuestas ni simplificar o categorizar el mundo, sino que lo extienden ante nosotros desnudando su complejidad, dando prueba simplemente de que existe y de que ellos existieron también en él. Cuando nos encontramos ante un auténtico poeta hay que aceptar que no sólo es él quien escribe el poema, sino también su idioma, un idioma que le imprime su propia naturaleza de poeta, un idioma con el cual busca identificarse de manera total, hasta anularse en él. En poesía lo esencial, nos repitió incansable Tomás Segovia, es no mentir porque su misión es impedirnos olvidar, entre otras cosas, que existe lo natural. Para Tomás Segovia la poesía fue un “arte caluroso”, pues estaba hecha de vida palpable, a la intemperie; fue respirable porque supo amar la realidad, no por la posibilidad abstracta que ella no era, sino por la plenitud real que sí es.

 

 

 

 

Tomás Segovia nació en Valencia en 1927. Su poesía completa hasta 1976 fue recopilada y publicada en México. La producción poética de 1976 a 2000 quedó recogida en los volúmenes editados por Pre-Textos: Partición (1976-1982) (1983), Lapso (1986), Orden del día (1988), Noticia natural (1992), Fiel imagen (1995), Misma juventud (2000). En Galaxia Gutenberg apareció una antología poética del autor con el título En los ojos del día. En 2003, 2005, 2007 y 2008 vieron la luz en Pre-Textos sus cuatro siguientes entregas poéticas: Salir con vida , Día tras día , Llegar y Siempre todavía , respectivamente. Fue incluido en la antología El 50 del 50 (seis poetas de la generación del medio siglo) , de Vicente Gallego (Pre-Textos, 2006). Ha traducido para esta editorial los Poemas franceses de R. M. Rilke y Estancias y El lenguaje y la muerte de Giorgio Agamben. Tomás Segovia fue premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo en su segunda convocatoria, premio Juan Rulfo del año 2005 y premio Federico García Lorca en 2008. Su obra narrativa: Primavera muda , Trizadero (Premio Magda Donato), Otro invierno (Pre-Textos, 2001) y Personajes mirando una nube ha sido reunida con el título de Personario en un volumen aparecido en México.

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