París
Peso | 210,00 g |
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Lo que se necesita muchas veces es aire de otro sitio, respiración de ventanillas. Somos como los trenes, cuya luz se anima y crece en cuanto el tren marcha y se amortecina en las estaciones.
Decía Ortega en una conversación última que en lo que más nos diferenciamos de los vegetales, que a veces hasta se resignan a vivir en un oscuro patio, es en la facultad traslaticia de nuestra vida, sin raíces nunca, como escapados al propio mundo gracias a la velocidad…