978 84 8191 664 51

19,00 

Autor/s: Tristan Corbière
Año: 2005
ISBN: 84-8191-664-1
Nº de edición: 
Encuadernación: Rústica
Formato: 22×14 cm
Páginas: 240
(Próximamente extracto y cubierta)

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Los amores amarillos

Peso 320,00 g
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Disponible también en formato: Ebook

En España, Juan Ramón Jiménez decía a Ricardo Gullón: “Corbière es un poeta plenamente actual, y no creo que haya nada más moderno que sus poemas del amor en “Les amours jaunes”. Pero ya Enrique Díez Canedo, en su “Antología de la poesía francesa, del romanticismo al superrealismo”, lo había aceptado como una de las mayores figuras de su tiempo. Parecía un pobre diablo, y al morir y abrirse su testamento resulta que poseía caprichosa y desesperadamente un tesoro de música y palabras. Aquello verleniano de “retorcer el cuello a la elocuencia” era algo muy suyo: él, que admiraba tanto a Baudelaire, rompió sistemáticamente todos los moldes de la perfección, del saber hacer versos, e inventó una poesía troceada, con jirones de frases hechas, gritos, argot, retruécanos y citas caricaturescas.

Es un Baudelaire desengañado de la Belleza, exasperado, más allá de todas las normas, en clave canalla y grotesca; la gran música de “Las flores del mal” intepretada al acordeón, el piano de los pobres. A veces parece tener alma de letrista de tango, con un desgarro plebeyo y chillón, juzgándose a sí mismo y a su época muy por debajo de cualquier posibilidad de Arte con mayúscula. Pero con una incurable nostalgia de lo perdido.

 

 

 

 

Tristan Corbière (Ploujean, Bretaña, 1845-Morlaix, 1875). “El suyo fue uno de los primeros nombres que sonó en la moda simbolista, ya que los “Poetas malditos” completa un tríptico del que también forman parte Rimbaud y Mallarmé. Sólo que esto sucedía en 1883, ocho años después de su muerte, y todo el mundo se preguntó quién era aquel desconocido que figuraba entre dos poetas no famosos, pero que sin duda representaban algo para los conocedores de la nueva poesía. Del “asombroso Corbière”, como le llama Verlaine, no se acordaba nadie. Su único libro, Los amores amarillos (Les amours jaunes), que se publicó en 1873 a cuenta del autor, quinientos ejemplares, no iba a reeditarse hasta 1891, y la primera monografía sobre él, la de René Martineau, data de 1904. Un maldito, como se ve, que hace honor a su leyenda, que muere antes de cumplir los treinta años y que no deja tras de sí más que indiferencia y silencio. Hay malditos ya oficiales, valga la paradoja, consagrados, como Rimbaud. Corbière todavía se resiste a salir de la penumbra. Sin embargo, su posteridad poética no es nada desdeñable, sin dejar por ello de ser discreta y minoritaria”. Carlos Pujol.

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