Estancias
Peso | 130,00 g |
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Autor |
Le dan los hombres mil formas, la mayoría
como yerba del prado: son flores y sin fruto.
Amores los más son como el licor: un poco,
satisface; un mucho, arruina al bebedor.
Se suicida el amor que acude en procesión
al catre del deseo.
Tal rey que encadenado y en lúgubre mazmorra
a la vida renuncia por traición de su gente.
No hay en el bosque libertinos
que pretendan noble el deseo.
cuando los toros mugen,
no dicen: “Ésta es la pasión”.
El amor del hombre es un mal
sito entre la carne y los huesos,
mas cuando la juventud parte
se desvanece el mal.
“El amor”.
La obra de Gibrán Jalil Gibrán (Bisharri, Líbano, 1883 – Nueva York, 1931), conocida por su vertiente en inglés –The Madman (1918), The Prophet (1923), Jesus, the Son of Man (1928)-, ofrece también una cara en árabe, cuya pieza maestra es este libro. Publicado en Nueva York en 1919, Estancias (al-Mawákib) transgredió los moldes prosódicos de la lírica árabe, hasta entonces sumida en el respeto reverencial al paradigma poético clásico: la casida. Pero también Estancias le sirvió a Gibrán para desgranar su universo poético, en el que se aúnan dialécticamente paganismo y espiritualidad, inocencia y culpabilidad, simpleza y refinamiento. La moderna hiperestesia de su temperamento poético entronca aquí con la literatura sapiencial árabe y con los ritmos de la lírica popular libanesa y las letanías de la liturgia cristiana oriental. Gibrán fue la personalidad más poderosa del máhyar, la emigración sirio-libanesa a América del Norte y del Sur a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Su obra asumió pioneramente la seña distintiva de la literatura árabe contemporánea: la búsqueda de una identidad integradora de la tradición árabe y el presente universal.