978 84 8191 702 41

22,00 

Autor/s: Herminio Almendros
Año: 2005
ISBN: 84-8191-702-8
Nº de edición: 
Encuadernación: Rústica
Formato: 19×13 cm
Páginas: 420
(Próximamente extracto y cubierta)

EXTRACTO
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Diario de un maestro exiliado

Peso 530,00 g
Autor

En el diario, elaborado entre los meses de enero de 1939 y septiembre de 1940, que escribió durante los primeros tiempos de su exilio como republicano español, Herminio Almendros Ibáñez, nos va contando día a día su salida de España, su andadura por Francia y su llegada a Cuba.

Como tantos otros españoles que trabajaron al servicio de la República, Almendros cruzó los Pirineos cuando la victoria de las tropas del general Franco ya era un hecho. Allí se convirtió en un refugiado y, después de permanecer en el Rosellón y en el corazón de Francia durante unos meses, huyó a París, donde se mantuvo en la clandestinidad hasta que pudo embarcarse rumbo a América.

En el diario nos cuenta el transcurrir cotidiano en esta situación de desgarro, de pérdida, de separación y de futuro incierto.

En el momento en que se vio obligado a exiliarse, Herminio Almendros ocupaba el cargo de Inspector Jefe de Educación en la provincia de Barcelona, al tiempo que ejercía como profesor de Didáctica en la Universidad de la capital catalana; era representante de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza y estaba a punto de publicar su tercer libro.

También había desarrollado una intensa y variada actividad profesional como maestro y director de un centro escolar vinculado a la Institución Libre de Enseñanza. Su inquietud por mejorar la educación le había llevado a introducir en nuestro país las técnicas didácticas del educador francés Celéstin Freinet, a promover la creación de un movimiento de maestros de enseñanza primaria seguidores de las propuestas de este pedagogo, así como a difundir a través de numerosos artículos las prácticas pedagógicas más innovadoras. Sin embargo, a pesar de pertenecer a la intelectualidad de la República y de formar parte del grupo de personas que lucharon por llevar a cabo los ideales republicanos en la educación, Almendros es prácticamente un desconocido. De hecho, en muchas ocasiones se le presenta sólo como el padre de Néstor, el famoso y premiado cineasta. Este desconocimiento generalizado se debe, sin duda, a que Almendros pertenece a la esfera de la escuela y de la educación, un mundo no siempre reconocido por la sociedad en todo su valor cultural y social. A ello hay que añadir que Herminio Almendros acabó afincándose en Cuba, lo que ha dificultado todavía más el merecido conocimiento, y reconocimiento, que debería tener entre nosotros su actividad profesional, su pensamiento y obra escrita.

50 disponibles

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