La palabra árabe que se usa hoy día para denominar la literatura es adab, que deriva de una palabra que significa “invitar a alguien a comer”. Compartir una comida, una velada alrededor de una mesa, probablemente sea el acto más enriquecedor que los humanos realizamos, con todos sus matices relacionados con la hospitalidad, la conversación, los modales, los rituales. La comida y la literatura son el alimento necesario para que el cuerpo y el espíritu se reconforten y se reconcilien con el mundo.
En nuestra trayectoria editorial hemos tenido la oportunidad de editar, de cocinar, diríamos en este caso, algunos platos de cocina árabe, que hemos disfrutados personalmente y que os invitamos a degustar. Pre-Textos Árabes es un menú donde encontraréis la poesía de autores de la talla del palestino Mahmud Darwix, el libanés Gibrán Jalil Gibrán o el bagdadí Ahmed Hasim, y la prosa del polifacético Elias Sanbar. Al mismo tiempo os invitamos a degustar los testimonios que algunos viajeros extranjeros nos han dejado del “mundo árabe” que han visitado, como los que reflejó la gran Edith Wharton en su libro “En Marruecos” o los de Elias Canetti en su “Las voces de Marrakesh”, un libro que supone todo un hito en nuestro currículo editorial.
Y para amenizar la velada, nada mejor que “escuchar” el ensayo “La música árabe y su influencia en la española” del gran arabista Julián Ribera y Tarrago…
شهية طيبة, o sea, que aproveche…