Por Raúl Olvera Mijares, Revista Replicante.

Hace cosa de algunos meses, cuando iniciaba mi taller de traducción literaria, di en la Gandhi de Monterrey, una de las filiales más bien organizadas, con un esbelto volumen, de pastas en cartoncillo sin plastificar, impreso a dos tintas (negra y verde), cuya única ilustracion era la escueta y delicada viñeta de un arlecchino. El título alemán, Es steht noch dahin, traducido como “Aún no está decido”, atrajo de inmediato mi atención. Al hojearlo vi que eran prosas breves, poemas en prosa, brevedades o como llamarlas se quiera, un género que me resulta conocido y que yo mismo he cultivado…

Leer la reseña completa aquí