Por Juan Antonio González Iglesias, El País – Babelia. España
El lector de esta Poesía reunida nota inmediatamente que tiene entre las manos un acontecimiento. Es la primera vez que se ofrece en español un Yeats completo, la totalidad de un poeta que buscó afanosamente la totalidad. En todo momento escritura equivale a vida. Poesía a poeta. Eso se nota en el libro. El carácter ejemplar, de “guía para otros”, que Cernuda señaló para Yeats, nos recuerda que entre nuestros cercanos hay auténticos clásicos. ¿Cuál es su enseñanza? Que las contradicciones personales pueden alumbrar otro modo de vida. Todo esto es tan misterioso como él mismo, que encontró su camino en los mitos.
Yeats, atormentado por “la seducción de lo difícil”, se lee aquí con naturalidad en inglés y en español, o al revés. Ese es el lujo de las ediciones bilingües. Su claridad secreta llega directamente al corazón del lector: “Por la boca entra el vino / y el amor por el ojo/… Alzo el vaso a la boca / te contemplo y suspiro”. Tener este libro entre las manos es como sostener un fruto recién cogido.
La edición cumple la idea de objeto que late. En la cubierta, un retrato de cuando el retrato era un rito, lleva con dulzura hacia lo decimonónico. Aquí net es todavía una red de pesca, preciosamente traducida como “malla”. Traductor y editor se suman a la voluntad del poeta de hacer las cosas definitivamente bien. En ese espacio sereno construido por el libro —verdadero volumen casi arquitectónico— se salvan todos los destellos de vida puestos por el poeta: “Algo hay que inquieta a nuestro potro”.