Por El Heraldo del Henares, Guadalajara.
“Acepto –no tengo otro remedio-, que un hombre sea superior a mí gracias a los dones de la Naturaleza –el talento, la fuerza, la energía; no que sea mi superior por cualidades bastardas, con las que no salió del vientre de su madre, sino que le fueron dadas por arte de birlibirloque desde que puso el pie en este mundo –la riqueza, la posición social, la vida fácil, etc-. De la rebelión motivada por estas consideraciones surgió mi anarquismo de entonces…”.
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