Por José Manuel Benitez Ariza, en El Cultural Revista de Letras
A estas alturas, en el momento de cerrar la decimoctava entrega de sus diarios, Andrés Trapiello (Manzaneda de Torío, León, 1953) se puede permitir bromas como ésta: Hasta ahora -dice- yo creía que la decadencia de un diario sobrevenía cuando uno empezaba a ocuparse del tiempo que hace… Pero no, aún puede conocer un estado mayor de degradación: cuando siente uno necesidad de hablar de sus achaques…
Leer la reseña completa aquí