Por Miguel Ángel Muñoz, El sindrome Chejov.
Luz corriente parte de la metaliteratura para construir una novela confesional. Su protagonista, Martín, podría ser perfectamente un trasunto de su autor, Francisco Baena (Madrid, 1967). Varios detalles de la narración lo dan a entender, aunque quizás la construcción puramente imaginaria sea mayor de lo que el lector intuye. Inscrita en la autoficción que tanto éxito ha tenido en los últimos años, y con numerosas referencias a Auster, Trapiello, Karl Ove Knausgard o Javier Cercas, pero partiendo del ejemplo de Albert Camus cuando hablaba en El primer hombre de sus orígenes, Martín se plantea narrar la muerte de su padre, aunque acabará contando también la vida de la tercera generación, la del abuelo…
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