Por Manuel Arranz, Letras Libres.

Según Kojève, el hombre, al final de la historia, vuelve a ser animal. Como lo era al principio, en definitiva. Entonces, nos dice, desaparecerán las guerras, las revoluciones, y la filosofía. Una buena noticia, hay que reconocerlo. Y no es que la filosofía tenga que ver con guerras y revoluciones, sino que ya no habrá razón para cambiar ningún principio, tarea esta por excelencia de la filosofía. Y si no hay razón para cambiar los principios, es porque ya no reconocen fines, porque todo es un fin en sí mismo. Agamben cita la nota de Kojève en la que expone esta teoría, si es que puede llamarse teoría a algo así…

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