Por Alfonso Crespo, Diario de sevilla.

Del estrambote autobiográfico del último Rousseau, del que también forman parte las Confesiones y las Ensoñaciones de un paseante solitario, quedaba por traducir entre nosotros este volumen inclasificable de diálogos, puede que por ser la coda más moderna y radical, su experimento literario más profundo, y haber quedado cristalizada su figura en un lugar indeterminado, a medio camino entre el pensador ilustrado de El contrato social y el ogro inhumano que enviaba a sus hijos al hospicio sin despeinarse…

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