Por José Antonio Castro Cebrián, LaJUnglaDElasLETras.

En toda creación estética, tras el mundanal infinito del artista, casi siempre subyace lo subjetivo y lo espiritual , y son raras las ocasiones en las que una obra nace con la pátina de lo revolucionario. El genial compositor y director de orquesta ruso, Ígor Fiódorovich Stravinski (Oranienbaum, Rusia, 1882 – Nueva York, EE.UU., 1971), durante la primavera de 1910, encontró los estímulos necesarios en el clima intelectual de su época para imaginar, soñar, una obra poderosa, subversiva…

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