Por José María Guelbenzu, Revista de Libros.
Es posible que la extremada dilación de la escritura de este libro –esbozado en 1897 y publicado en 1920– sea la razón principal de su extraño atractivo. En cuanto a su concepción, debería haber sido la tercera de sus novelas, tras La locura de Almáyer y Un paria de las islas; en cuanto a su aparición, es la penúltima, pues ya sólo la seguirá la última y maravillosa The Rover, traducida al castellano como El hermano de la costa o El pirata, indistintamente…
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