Por Fernando Cid, El coloquio de los perros.

Una de las primeras superficies de Inclinación al envés, la cuarta entrega firmada por Julio César Galán (las otras pertenecen a su aventura heteronímica), se encuentra en la simbología del pájaro como hilo conductor. Dentro de ese universo mítico, los animales-reales, imaginarios o simbólicos ocupan un lugar muy destacado. Seguramente este poeta sintió lo que apuntaba G. Bechelard que «no se vuela porque se tengan alas, sino que se tienen alas porque se ha volado». Será el lector quien determine a través de estos poemas-pájaros que aparecen ante sus ojos, si mis impresiones son ciertas…

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