Por Luis Antonio de Villena, El Mundo.

Fernando Pessoa (1888-1935) fue sin duda lo que llamaríamos un hombre raro. En momentos se creyó loco, atacado por una quadrofenia mayor u otras anomalías cerebrales. Pero si no estar loco es esencialmente controlar, Pessoa controló y la misma escritura que le inquietaba fue parte de su aliento. Era un poeta magnífico que resultó varios poetas y un gran pensador literario –fórmula acaso más accesible que filósofo- que resultó varios pensadores. O sea, un hombre plural como somos todos, pero que acertó con genio a mover esa pluralidad, a darle variedad y sentido…

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