Por Alfons García, La Opinión de Málaga.

Mi condición de no escritor me ha dado cierta ventaja, porque no estaba en competición con nadie. No he tolerado nunca que me metieran en tribu alguna. Por fortuna, vivimos un momento literario muy rico y poliédrico en este país y el editor ha de ser una criatura de su época: manteniéndose al margen de las modas, que son efímeras por naturaleza, ha de tratar de elegir lo mejor dentro de esas tribus estéticas…

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