Por Tes Nehuén, Poemas en el alma.
No hay en la literatura una etiqueta que me resulte más insensata que ‘joven’. Y es que estoy convencida de que hay en el uso de este adjetivo una carga de incredibilidad y de menosprecio hacia las creaciones de aquellas personas que no superan los 35 años que antes de analizarlas las ubica por debajo de las compuestas por los autores mayores. Reducir las posibilidades de una obra a la edad de su creador resulta acaso uno de los prejuicios más nocivos a la hora de acercarnos a la esencia de una obra…
Leer la reseña completa aquí