Por Toni Montesinos, La Razón.
El Duomo, Santa Croce, el puente Vecchio, el río Fiume, la iglesia de San Lorenzo, el Palacio Vecchio, la Galleria Uffizi, “Neptuno” en la Piazza Signoria; también “El rapto de las sabinas”, la copia del “David” de Miguel Ángel, el Battistero. Eso y muchísimo más puede ver el visitante actual en Florencia, cuyo río divide la ciudad en dos, llena de puentes con los que llegar a la Plaza de San Marco, a la Plaza de la Anunziata o a la Sinagoga, al Giardino de Boboli, al Palacio Pitti y sus jardines y al Uffizi para, cómo no, recrearse en los cuadros de Tiziano, Ghirlandaio, Caravaggio o Botticelli…
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