Por Unai Velasco, Revista de letras, Barcelona.
El último libro de Gragera, El tiempo menos solo, es la consolidación con matices de una línea que se empieza a esbozar en Adiós a la época de los grandes caracteres (Pre-Textos, 2005) y que ya estaba en germen en Desviaciones y demoras o en las diversas antologías que lo recogieron a principios de siglo.
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