Por Gustavo Guerrero, Letras libres.
Una de las principales virtudes de País es la de ofrecer a la vez un exhaustivo recorrido por la obra poética de Yolanda Pantin (Caracas, 1954) y un conjunto de referencias indispensables para entender la evolución de la poesía venezolana en las tres últimas décadas. Lo uno no va aquí sin lo otro, como un signo fehaciente de la fuerte representatividad de una poeta en cuyos versos se han ido reconociendo, con los años, las inquietudes, los logros y los fracasos del lenguaje de la tribu, esa suma de particularismos y sensibilidades que le dan forma y sentido a una tradición…
Leer la reseña completa aquí