Por Redacción, Tu nombre en la portada.

Quizá el efecto más difícil de conseguir en literatura sea que en una narración en primera persona el lector sea capaz de descubrir muchos más secretos de los que la voz narrativa está dispuesta a desvelar. Se trata de un engranaje de insinuaciones en el que, si al escritor se le va la mano, el juego pierde la gracia; y si no alcanza el nivel mínimo de sugerencia, el lector se quedará en la inopia. Seguramente fue Henry James quién llevó a su extremo esta técnica…

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