Por Manuel Arranz, Letras Libres.

¿Por qué el psicoanálisis sigue siendo, a un siglo de su nacimiento, objeto de controversia y debate?, ¿por qué sigue sin reconocérsele como una disciplina científica y su práctica levanta tantas ampollas?, ¿por qué su teoría ha salpicado algunos de los discursos filosóficos más radicales de nuestro tiempo? Parece lógico que las teorías políticas y económicas, como el marxismo, con el que se asoció al psicoanálisis durante un tiempo, provoquen enfrentamientos ideológicos, pero ya no es tan lógico que esto suceda con las ciencias —y el psicoanálisis lleva tiempo reclamando ese estatus; corpus doctrinal no le falta…—…

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