Por Miguel A. Lama, Blog.
«—Sé que te va a gustar», me dijo quien me regaló este libro. Acertó. Lo que él no sabía es que justo en esos momentos yo estaba trabajando sobre el padre del tatarabuelo del autor de este libro. Sí, Manuel Silvela, el afrancesado, exiliado en Burdeos, donde publicó con su amigo Pablo Mendíbil aquella Biblioteca selecta de literatura española (1819) en cuatro tomos. No soy amigo de la literatura a trozos; pero estoy convencido de que si hoy mis alumnos leyesen en primero de carrera una selección así de piezas, desde Diego Hurtado de Mendoza hasta Leandro Fernández de Moratín, comprenderían mucho mejor cualquier texto contemporáneo…