Por Santos Domínguez, Encuentros de lecturas, Cáceres.

Con decisión de criminal y con íntima voluntad de santo. Así se escriben los verdaderos diarios, según explicaba H. A. Murena (Buenos Aires, 1923-1975) en la primera frase de Los penúltimos días, el diario que fue publicando en la revista Sur desde mayo de 1949 hasta abril de 1950 y que acaba de editar Pre-Textos.
Era el comienzo de la trayectoria literaria tan intensa como solitaria, tan dilatada como desconocida de un autor plural y lúcido que escribió ensayo, novela, teatro y poesía.

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