Por Luis Antonio De Villena, ABC.
La epistolografía como género -tan ilustre entre nuestros vecinos franceses- nunca ha gozado entre nosotros de excesivo predicamento, lo que es raro (y cabe aplicar también a las biografías y autobiografías) si se tiene en cuenta que se nos suele considerar, nacionalmente, como individualistas acérrimos. Pero se da en olvidar, al comentar el tema, que nuestro supuesto, y acaso más que cierto, individualismo se acompaña constantemente -y para todo lo íntimo- de un un pertinaz pudor, que yo no tendría inconveniente (en algunos casos) en llevar hasta las fronteras de la mojigatería…
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