Cajón de Dante, sección dominical de aparición no periódica, es una galería de textos de diversos estilos, géneros y tendencias, en que se mezclan de manera plural diferentes autores y temas. La finalidad es dar a conocer trabajos literarios de autores Pre-Textos que por distintas razones todavía no han sido publicados y que reposan en los cajones de los escritorios de sus autores o en los de la propia editorial.
Después de una pausa veraniega, reabrimos el Cajón de Dante con un texto crítico inédito de Jerónimo Pizarro sobre el poema del heterónimo de Fernando Pessoa, Álvaro de Campos, titulado “P-há”. Bajo ese pórtico interpretativo, el lector encontrará algunas claves de este mise en abyme identitario.
Jerónimo Pizarro es profesor de la Universidad de los Andes, es doctor en Lingüística Portuguesa por la Universidad de Lisboa y en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Harvard. Trabajó con el grupo que desde 1988 publica la edición crítica de la obras completas de Fernando Pessoa y hoy coordina la Colección Pessoa de Tinta-da-china, que en España es publicada por Pre-Textos.
P-há
Hace poco hablaba elogiosamente de un poema de Álvaro de Campos. Es difícil no volver sobre los textos ya consagrados – y difícil es decir algo fresco sobre estos – pero a estas dificultades se suma la de recobrar textos que se leyeron menos, tal vez porque entraron en menos antologías. Ese poema es «P-há», que recuerda el estallido de una bolsa, «de um saco de papel a estourar». Recuerdo que hace unos años era otro el poema de Campos que solía citar: «Ai, Margarida». No entendía por qué era poco conocido. Y los alumnos del conservatorio musical de Lisboa me dieron la razón un día, cuando vibraron con ese poema y le dieron nueva vida, nuevos ritmos. Hoy es «P-há», un poema que no encuentro en casi ninguna antología, pero que para mí representa bien esa suerte de «anti-poesía» que ya Pessoa, a través de Campos, ensayó. En «P-há» ocurre un sutil desdoblamiento del desdoblamiento, pues Campos alude a Campos, exteriorizando así aún más lo que Pessoa ya había exteriorizado al dotar de realidad al Ingeniero; y el Campos que escribe es alguien que supuestamente escribe por escribir – más tarde, en carta de 13.1.1935, Pessoa dirá que escribe qua Campos cuando siente deseos de escribir algo y no sabe bien qué (cf. «quando sinto um súbito impulso para escrever e não sei o quê.») –; alguien que deja un poema cuyo título cifra el sonido de un saco de papel cuando se rompe… Campos procede con alguna displicencia, parece rimar por rimar, parece comenzar y terminar de escribir porque sí… Pocos poemas representan mejor el carácter accidental y accesorio que Pessoa quería que tuviera alguna poesía de su heterónimo más indisciplinado e «indisciplinador». Sí, el Ingeniero le dedica un par de odas románticas a la noche, pero también genera poemas – o mejor, versos – de forma casual, y al hacerlo recuerda al poeta de estirpe baudelairiana que ha perdido su aureola en una pequeña-gran ciudad. «P-há» es uno de esos raros poemas de Pessoa, autor de poemas proféticos y esotéricos, pero también de textos más irónicos y, a primera vista, «intrascendentes». De Pessoa no se puede decir lo que él dijo de Anatole France: «Para ser superficial le faltaba hondura; para ser pasajero, le faltaba demorarse; para pensar todo, le faltaba pensar; para sentir todo, sentir; para imaginar todo, imaginar». De la pluralidad pessoana son un buen ejemplo estos versos que narran, como si no quisieran hacerlo, el posible suicidio de Campos: el paf tiene algo de pam (disparo), de pfff (escape de aire) y de plaf (golpe).
P-há
Hoje, que sinto nada a vontade, e não sei que dizer,
Hoje, que tenho a intelligencia sem saber o que qu’rer,
Quero escrever o meu epitaphio: Alvaro de Campos jaz
Aqui, o resto a Anthologia Grega traz…
E a que proposito vem este bocado de rimas?
Nada… Um amigo meu, chamado (supponho) Simas,
Perguntou‐me na rua o que é que estava a fazer,
E escrevo estes versos assim em vez de lh’o não saber dizer.
É raro eu rimar, e é raro alguem rimar com juizo.
Mas ás vezes rimar é preciso.
Meu coração faz pá como um sacco de papel socado
Com força, cheio de sopro, contra a parede do lado.
E o transeunte, num sobresalto, volta‐se de repente
E eu acabo este poema indeterminadamente.
Fernando Pessoa. Obra Completa de Álvaro de Campos.
Lisboa: Tinta-da-china, 2014, p. 237.
Autor: A. de C. [Álvaro de Campos]
Fecha del poema: 2-12-1929.
¡Paf!
Hoy, que me siento sin voluntad, y no sé qué decir,
Hoy, que tengo la inteligencia sin saber decidir,
Quiero escribir mi epitafio: Álvaro de Campos yace
Aquí, lo demás en la Antología Griega se satisface…
¿Y a qué viene ahora este puñado de rimas?
Nada. Un amigo mío, llamado (supongo) Simas,
Me preguntó en la calle qué era lo que estaba haciendo,
Y yo, en vez de no saber decírselo, continué escribiendo.
Yo no suelo hacer versos con rima, y es raro quien rima con tino.
Pero a veces rimar es el camino.
Mi corazón hace ¡paf! como una bolsa de papel golpeado
Con fuerza, llena de aire, contra la pared de al lado.
Y un transeúnte, sobresaltado, se vuelve de repente
Y yo remato este poema indeterminadamente.
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