Hoy, como cada lunes, volvemos a presentaros un ejemplo de librería que, por su labor, su oferta y sus criterios propios, constituye una excepción en el panorama nacional e internacional de las librerías literarias.
El homenaje de hoy es para la ecuatoriana Libri Mundi, que nació en 1971 de la mano de Enrique Grosse-Luemern, un librero alemán que había llegado al Ecuador en el mítico año de 1968. Persiguiendo su sueño de crear una librería que albergase “todos los libros del mundo”, de ahí el nombre de la librería, Grosse compró una antigua casa en la calle Juan León Mera y Wilson, de Quito, y dedicó un año entero a adecuarla para dar hogar a miles de libros.
La experiencia que Enrique Grosse-Luemern había adquirido trabajando con otros libreros alemanes residentes en la ciudad, le permitió construir un espacio íntegramente novedoso en el cual los lectores estuvieran en contacto con todo cuanto el mundo editorial pudiera ofrecerles.
La vocación de promotor cultural de Enrique Grosse-Luemern lo llevó a concebir Libri Mundi no sólo como una librería a la altura de las mejores del mundo, sino como un auténtico centro cultural en el cual se propiciaran los importantes potenciales de los artistas e intelectuales ecuatorianos.
A lo largo de décadas, Libri Mundi ha permitido, tanto a los ecuatorianos como a los extranjeros de visita en el país, estar al día en las publicaciones de narrativa, poesía, ciencias sociales, arte, crítica, etcétera.
En la actualidad Libri Mundi cuenta con una decena de establecimientos, incluida la casa madre en la calle Juan León Mera, que mantiene intacto el espíritu con que Enrique Grosse la creó. Su aroma a libros, a madera, a café, sus cómodos sillones, algunos de los libreros veteranos de Libri Mundi, como Myriam Aleaga y Cris Albán, siempre disponibles a una charla, todo ello constituye la marca más importante de una tradición librera que ha sobrepasado ya los cuarenta años y cuya estructura y vocación, según Alfonso Reece, gerente de Cultura y Comunicación de la librería, se han mantenido inalteradas en todos estos años, como lo demuestra y valora su asidua clientela.
Desde aquí, nuestros mejores deseos para la librería Libri Mundi y para sus lectores.
Que tengáis buena lecturas…