Alexandro Ecovoiu (Bucarest, 1943) ha llevado una vida bastante compleja. Tras desempeñar diversos trabajos, pues fue funcionario, obrero, delineante e intendente de museo, desde hace unos quince años se dedica sólo a la literatura. Vive aislado en una aldea situada en una zona de colinas, a cien kilómetros de la capital rumana, y jamás ha pertenecido a formación política alguna. Sus primeros escarceos literarios datan de los años de instituto, sin embargo debutó en la literatura tras la caída del comunismo, ya que antes se había negado a poner su pluma al servicio del régimen. En 1995 llamó la atención de público y crítica con su novela Saludos, que recibió el Premio de la Unión de Escritores de Rumanía en 1996; un año después, fue nominado para el Premio LiterArt-XXI, en Estados Unidos, y en 1998 recibió el Premio Observator en Múnich. Que Ecovoiu se había convertido en uno de los valores literarios rumanos más destacados del momento se confirmó cuando obtuvo en 1997 el Premio de la Academia Rumana por su novela El balneario. En 2001 se publicó Los tres niños Mozart (obra por la que fue nominado al premio ASPRO) y en 2002 Sigma, otra novela que asimismo fue galardonada, esta vez con el Premio de la Asociación de Escritores de Bucarest, y que desató la polémica, sobre todo con la Iglesia ortodoxa rumana, por la visión que en ella da el escritor de la pasión de Cristo. Ha sido invitado a lecturas públicas de su obra en Austria, Alemania, Francia y España, y muchos de sus libros han sido traducidos en diversos países y han sido objeto de varias ediciones.
En Pre-Textos se ha publicado Saludos (2010).