Por Francisco Calvo Serraller, El País. España.

A PESAR de todo, quizá sólo en medio de la completa desposesión se geste mejor una vocación artística.
Induce a pensarlo, por ejemplo, la lectura de En la belleza ajena (Pre-Textos), del director polaco Adam Zagajewski (Lvov, 1945), pues se trata de una especie de diario, donde, sin entradas cronológicas precisas, de forma muy selectiva, y al desordenado hilo de la memoria no restringida a los hechos planos, sino al de las vivencias, se evoca, en primer lugar, las duras condiciones materiales y, no digamos, espirituales, de los intelectuales y artistas polacos bajo el comunismo.

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