Por Aura, Blog Escritores que nadie lee.
En su momento, el Tractatus logico-philosophicus (1923) parecía dar una solución a los problemas de la filosofía. No era absurdo comprender los límites del lenguaje como límites del mundo; si algo no podía ser dicho tampoco podía ser pensado, ergo no era real. Después vino el Holocausto y aquella generación enmudeció; la lógica neopositivista demostraba ser insuficiente ante un suceso fuera de toda racionalidad y toda moral…
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